Con la conciliación del proyecto que busca reducir la jornada laboral, esta quedaría en 42 horas. Pero, a la vez, se retiran dos provisiones, de 1990 y 2017, que les entregaban tiempo familiar y personal a los empleados.
La jornada laboral quedaría de 42 horas, según la conciliación a la que llegó el Congreso del proyecto de ley que modifica este límite legal, que hoy es de 48 horas. La iniciativa ahora pasa para sanción presidencial, aunque no es el todo claro si el presidente Iván Duque le dará su visto bueno.
El argumento de las compañías, que han expuestos gremios como la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) es que bajar el límite de horas por empleado no reduce, per se, el tiempo que se toman los procesos productivos en una empresa.
Por su parte, Fenalco (gremio de los comerciantes) aseguró que la medida genera cargas excesivas a los empleadores y podría desincentivar la generación de empleo, especialmente en un contexto de pandemia y protesta social como el que vive Colombia.
Ahora bien, entre los textos del proyecto aprobados en Cámara y Senado había tres diferencias sustanciales: el tiempo de la jornada, el proceso de implementación y si la ley aplicaría sólo para sector privado.
En la versión definitiva para sanción presidencial la jornada será de 42 horas, primero. Segundo, su implementación se hará de forma gradual, así: transcurridos dos años de la implementación de la ley se reduce a 47 horas, pasados tres baja a 46 y al cuarto llega al límite de 42. Y, en tercer lugar, sólo aplica para compañías privadas porque “es una reforma al Código Sustantivo del Trabajo, que en la parte individual sólo aplica al sector privado”, según explica Iván Daniel Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la U. del Rosario.
Sobre la reducción de la jornada
Según Jaramillo, del Observatorio Laboral de la U. del Rosario, “El convenio 47 de la OIT de 1935, no ratificado aún por Colombia, prevé la orientación internacional de la reducción de la jornada semanal de trabajo de 48 horas a 40 horas. La implementación de la reducción a 42 horas semanales se articula bajo una fórmula de implementación gradual, en el contexto de la progresiva adaptación empresarial en un contexto de digitalización y robotización de la organización productiva, sin afectar la remuneración y los derechos adquiridos de los trabajadores”.
El experto agregó: “La reducción progresiva de la jornada de trabajo en Colombia, se inscribe en la tendencia mundial de distribución de los tiempos de disponibilidad para favorecer la productividad en concordancia con el equilibrio de la vida familiar/ laboral de los trabajadores”.